viernes, 22 de mayo de 2015

YOGA Y SANACIÓN (II).


Las posturas de Yoga por sí solas no constituyen un programa de curación completo. Son una parte de un régimen completo para balancear el cuerpo y la mente que utiliza todos los componentes del Ayurveda. Esto incluye una dieta adecuada, hierbas, aromaterapia, cromoterapia, terapia del sonido, meditación, desintoxicación, rejuvenecimiento y la creación de un estilo de vida armoniosa. El individuo que sigue un programa de Ayurveda se asegura de crear un ambiente óptimo en su cuerpo para que ocurra la curación. En un ambiente óptimo, el cuerpo puede alcanzar su mayor potencial. En Ayurveda decimos que donde hay armonía hay salud y donde falta la armonía hay enfermedad. Ayurveda y yoga se combinan para llevar a una persona por el camino hacia la armonía perfecta y la salud óptima.



 
Patanjali, autor de los Yoga Sutras, expuso el camino para utilizar el Yoga como una guía hacia la iluminación. Dijo: "Tenemos que ir poco a poco a través de todos los pasos de la práctica del yoga". Las posturas del Yoga son solo un paso del proceso de preparación del cuerpo para que seamos capaces de manejar el aumento e intensificación de la energía que se produce con la práctica espiritual. Las asanas junto con el estilo de vida adecuado (incluyendo una dieta adecuada, disciplinas y restricciones) constituyen los cimientos que permiten que ocurra el crecimiento espiritual. Una vez la base esté establecida, pueden comenzar las prácticas más profundas.
 
Tanto Yoga como Ayurveda incorporan la meditación y las técnicas de respiración en sus prácticas. La meditación puede ser utilizada como una herramienta tanto para la curación como para la conciencia espiritual. Por un lado, Ayurveda se centra en el componente curativo de la meditación, mientras que yoga se centra en su componente espiritual. Independientemente del enfoque, la meditación despeja la mente y relaja el cuerpo, trayendo la curación y la conciencia espiritual. Hay muchas formas de meditación que actúan como herramientas para lograr el fin deseado. Si bien algunas personas resuenan con un tipo de meditación, en su mayor parte las técnicas de meditación son herramientas y todas ellas tienen un valor para la persona adecuada.
 
La curación personal por medio de Yoga y Ayurveda es de hecho un camino. No es una solución rápida o una píldora mágica. Nos curan en el fondo de nuestra naturaleza, en nuestra esencia, y nos permitan trasformar nuestra conciencia. Son disciplinas en armonía con la naturaleza. A medida que las practicamos, crecemos y evolucionamos como personas. El estrés se reduce, las emociones dañinas se disipan, el dolor ya no existe y volvemos a experimentar alegría y paz en nuestras vidas. Nuestra energía interior se acumula y nuestros ojos brillan irradiando la luz que es la vida misma. Namasté.




Fuente: Dr. Marc Halpern
Autor del libro Cómo sanar su vida

miércoles, 13 de mayo de 2015

ANTIGUO CAMINO DE LA BELLEZA

Y cuán generosa es la vida conmigo que no deja de sorprenderme.”

Uno de mis últimos hallazgos ha sido bastante interesantes, aunque ya os adelanto, que todo lo que se acerca a la Medicina Tradicional China, es una fuente de sabiduría tan plena y extensa que una mente como la mía, occidental, no puede evitar quedar maravillada, una y otra vez, a tal filosofía práctica tan enriquecedora y fructífera para la salud.

Pues sí, en este caso me refiero a una técnica, que aunque a simple vista parece un simple masaje, no es así; es una mezcla entre un masaje facial y práctica terapéutica, la cual tiene un objetivo, a través de sus movimientos totalmente estudiados, mantener y/o restablecer un buen estado de salud desbloqueando la energía que fluye por todo nuestro cuerpo evitando, así, su estancamiento y por ende, la enfermedad.




Hacia el año 1300 esta técnica llega a Japón, de la mano de su país vecino, China, donde adopta el término de Kobido, cuya traducción es “Antiguo Camino de la Belleza”, masaje que estaba reservado para la familia imperial, con el fin de mejorar la salud y aumentar la longevidad de sus emperadores y emperatrices.

Para la exótica cultura asiática, la belleza es el reflejo de un buen equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu.

El Kobido, sólo se transmitía de maestro a discípulo, siendo en los años 80 cuando estos conocimientos se trasladan a EEUU y empiezan a difundirse pudiendo llegar al alcance de todos.

Esta técnica consiste en un masaje profundo en cara, cuello y cráneo.
Primero, se hace un drenaje linfático con el fin de activar tal sistema, mejorando la eliminación de líquidos y toxinas del organismo.



Segundo, “despertar del rostro”, a nivel fascias donde relajamos y liberamos tensiones provocadas por el endurecimiento y rigidez de éstas.

Tercero, “ fortalecimiento del rostro”, donde seguimos con un trabajo intenso sobre la musculatura subcutánea reafirmándola, consiguiendo una buena tonicidad muscular, relajación de los posibles músculos contraidos y produciendo un efecto “lifting”, activando los nervios de la zona facial y estimulando el correcto flujo de energía “Qi”, aportando una increible luminosidad y brillo, dando un aspecto más saludable.
Cuando los músculos están relajados, mejora la circulación sanguínea, la oxigenación y la nutrición celular, estimulando la producción de colágeno y elastina, responsables de la regeneración celular cutánea.


Cuarto, estimulación energética, estimulando los puntos específicos de digitopuntura o Shiatsu, para reequilibrar la energía vital, eliminar la fatiga muscular, relajar el sistema nervioso, al relajar la tensión muscular en cara y cuello; y mejorar el estado de ánimo, muy recomendado, para personas con migrañas, cefaleas, bruxismo, bajo estado de ánimo y otros; ….....vamos, una maravilla!!.


información y consultas : whassapp ( 646 91 47 40) / correo electrónico: ( mnoemigonzruiz@gmail.com )

jueves, 7 de mayo de 2015

YOGA Y SANACIÓN (I)

En nuestra cultura occidental, muchas personas utilizan las posturas (asanas) del yoga como una herramienta de estiramiento para mantener el cuerpo ágil y flexible. Para este propósito, no existe una práctica mejor. Sin embargo, tradicionalmente, las posturas del yoga son una parte de un viaje espiritual mucho mayor. El yoga es una ciencia completa que ayuda a la mente a estar clara y pura. Una mente clara no se ve afectada por el estrés y produce un cuerpo sano. Si bien los beneficios de salud de una mente en paz son irrefutables, lo que es aún más emocionante es que una persona con una mente clara también es profundamente consciente de su naturaleza o conexión espiritual. Decimos en Ayurveda que toda enfermedad es el resultado final de olvidar nuestra naturaleza espiritual. Por lo tanto, elAyurveda y el Yoga se esfuerzan por ayudar a una persona a volver a conectarse con su verdadera naturaleza a través de la experiencia directa.




 El Yoga y el Ayurveda están tan estrechamente relacionados que a menudo son vistos como dos caras de una misma moneda. De hecho, Ayurveda es el lado curativo del Yoga y Yoga es el lado espiritual del Ayurveda. En conjunto, abarcan un enfoque completario para el bienestar del cuerpo, la mente y el espíritu.
 Incluso con un poco de conocimiento de Ayurveda, el practicante de Hatha Yoga puede refinar sus prácticas de manera que estén en armonía con su equilibrio energético interno. Al igual que con la dieta, hierbas y aromas, algunas posturas de Yoga son mejores para una persona en específico, mientras que otras pueden causar mayor desequilibrio. El conocimiento de nuestro equilibrio constitucional (equilibrio entre vata, pitta y kapha doshas) puede permitir que el practicante de Yoga utilice las asanas para mejorar su salud y bienestar.
 Las personas con un desequilibrio de vata dosha tienden a experimentar una mayor ligereza, frialdad y mayor movilidad. Pueden sufrir de pérdida de peso, debilidad inmunológica, estreñimiento, manos y pies fríos, ansiedad o nerviosismo. Para estas personas, las posturas de Yoga calmantes y que permiten conectarnos con la tierra son las mejores. Las posturas de pie tales como la postura del árbol (vrksasana) y de la montaña (tadasana) nos permiten conectarnos con la tierra y ayudan a reducir la ansiedad y el nerviosismo. Las posturas que comprimen la pelvis como por ejemplo la inclinación sentada hacia adelante (pascimottanasana) ayuda en la reducción del estreñimiento mientras que las posturas de fuerza como el cuervo (bakasana) ayudan a la circulación. Las posturas rápidas como el saludo al sol repetitivo (surya namaskar), pueden aumentar el nerviosismo con el tiempo y las posturas que sean realizadas sin tener en cuenta los detalles pueden maltratar las articulaciones. Las posturas correctas ayudan a traer el equilibrio, y las posturas no apropiadas pueden generar un gran desequilibrio.
  Las personas con un desequilibrio en pitta dosha tienden a sufrir de calor excesivo en el cuerpo. Se sienten calientes y puede tener una multitud de problemas en la piel como acné o psoriasis. También pueden sufrir de diarrea, ardor en los ojos y debilidad del hígado. Las posturas calmantes y frías que comprimen el plexo solar les traerán balance, mientras que aquellas que extienden el plexo solar ayudan a disipar el calor corporal. Las posturas como la cobra (bhujangasana) y el arco (dhanurasana) son ejemplos de posturas que disipan el calor excesivo. Las personas de desequilibrio pitta necesitan evitar el sobrecalentarse con su práctica de Yoga. Las formas aeróbicas de Yoga que causan sudoración profusa y las posturas invertidas (las cuales aumentan el calor en la cabeza) deben evitarse.
 
Las personas con un desequilibrio de kapha tienden a experimentar pesadez, lentitud, frío y humedad en su cuerpo. Sufren de congestión, aumento de peso y letargo. Las prácticas estimulantes y calientes de Yoga son beneficiosas. Se recomiendan las formas aeróbicas a pesar de que debe comenzar lentamente y progresar también con lentitud. El saludo al sol, como su nombre indica, es bastante caliente y al realizarse repetidamente, es quizá la mejor secuencia de Yoga para el desequilibrio de kapha. Su naturaleza aeróbica alivia el letargo y ayuda a perder peso. Las posturas que extienden o abren el pecho reducen la congestión y ayudan a la respiración. Estos incluyen la postura del arco elevado (urdhva dhanura) y la postura del puente (setu bandha sarvangasana). Mientras que se pueden practicar posturas meditativas, estas deben ser equilibradas con posturas activas para evitar un incremento del letargo.

Dr. Marc Halpern
Autor del libro Cómo sanar su vida